Figo é rico, muito rico

Figo es rico. Muy rico. Su cabeza bien amueblada le ha permitido hacer buenas inversiones que han aumentado y mucho su fortuna. La última de ellas: minas de oro en África. Según ha podido saber LOC, el futbolista es el principal accionista del grupo Damash Assets, registrado en Madrid, que a su vez es propietario de la empresa Damash Minerals, con sede en los alrededores de Almada, el suburbio lisboeta donde creció. No obstante, la base de operaciones se encuentra en Dakar, la capital de Senegal y en Conakri, en la República de Guinea, donde se encuentran varias minas que son explotadas por su empresa. El objeto social de la Damash Minerals no es otro que la explotación de minerales, principalmente el oro. Se podría decir entonces, que el futbolista es una especie de "minero moderno". Su interés por las minas de oro surgió en el año 2009. Ya por aquel entonces el ex jugador, que dejó el balón ese mismo año, empezó a tantear diferentes negocios para seguir aumentando su cuenta corriente que ya era por aquel entonces colosal. Ya en el año 2010, Figo acudió a la Feria Internacional de las Minas que se desarrolló en Dakar, ciudad donde a día de hoy, la empresa de la que es máximo accionista, tiene su cuartel general. En la feria conoció a un hombre crucial para que se decidiera a invertir en el negocio: Gayton McKenzie. Mckenzie es un empresario del sector minero, de origen sudafricano. Conoció al ex galáctico en la citada feria y vio en él su futura mina de oro: un ex jugador de fútbol con mucho dinero y ganas de invertir. Gayton Mckenzie invitó al portugués a visitar la mina de oro conocida como 'Happy Valley' en Zimbabue, para darle a conocer su negocio. El interés del futbolista por el sector fue creciendo al mismo tiempo que desvanecía la posibilidad de hacer negocios con su cicerone africano. Gayton Mckenzie llegó a proponerle a Figo crear una sociedad conjunta de explotación de oro, pero el aspirante a la presidencia de la Fifa se echó finalmente para atrás. Las razones que pesaron en la decisión fueron el pasado oscuro de Mckenzie, que estuvo en la cárcel por asaltar bancos allá por finales de los años 90. Al salir de la cárcel ganó fama y dinero gracias a su 'best seller' 'La Biblia de los estafadores'. Junto a su socio Keny Kunene, otro hombre de pasado poco recomendable, es propietario de varios locales de ocio y "disfrute" donde los señores de poder de Sudáfrica pueden degustar Sushi sobre mujeres desnudas. A Figo tampoco le gustó que se utilizara su viaje a Zimbabue como instrumento propagandístico a favor del dictador Robert Mugabe, de quien Gayton Mckenzie es amigo personal y ferviente admirador. Por todos estos motivos, la sociedad no llegó a buen puerto. Pero el portugués ya tenía el "gusanillo" del oro en el cuerpo, y con la información que le había proporcionado su corta amistad con Mckenzie, decidió finalmente lanzarse a la aventura, pero ya de la mano con otros socios. Es ahí cuando nace Damash Minerals. Una empresa que puede hacerle de oro. El Mundo