20.7.13

Ministro grego atacado num hospital

El nuevo ministro heleno de Salud Antonis Yeoryiadis continúa 'haciendo amigos0 allá donde va. Sus ya habituales roces con los funcionarios del sector que lidera han vuelto a materializarse este viernes: el polémico político ha sido atacado por los trabajadores del Hospital Atiko de la capital helena, un centro a ser cerrado en los próximos meses si el gobierno decide aplicar su programa de ahorro a rajatabla. Yeoryiadis decidió realizar una de sus ya habituales 'visitar rutinarias' a los centros de salud del país y eligió precisamente ese señalado hospital. Esta vez los trabajadores le estaban esperando. Decenas de médicos, enfermeras y técnicos sanitarios se han congregado en la puerta del lugar. "Fascista" ha sido la palabra más repetida, en recuerdo del pasado del ministro como miembro del partido ultraderechista LAOS, hasta el pasado 2012 presente en el parlamento heleno. Poco antes los funcionarios le habían declarado persona 'non grata', toda una revelación de intenciones. Según la prensa helena varias personas se han abalanzado contra el político conservador, causándole golpes en la cara y heridas en el cuello, ninguna de ellas de gravedad. De hecho ha podido continuar la marcha y realizar la visita: "Es inconcebible que se intente prohibir a un ministro visitar un hospital que está bajo su supervisión y ejercer la violencia contra él", ha criticado el controvertido político tras marcharse del lugar. "Una minoría fascista no me va a impedir que cumpla con mi deber", ha añadido, subrayando no haber sido atemorizado por sus asaltantes. También el portavoz del gobierno Simos Kedikoglou ha criticado el incidente: "Condenamos el asalto y le pedimos a los otros partidos políticos que quieran formar parte del espectro democrático que hagan lo mismo”, ha exhortado. Polémica figura La controversia no ha abandonado a Yeoryiadis en sus primeras semanas de trabajo. Su elección como ministro de Salud a finales de junio ya fue controvertida. Muchos no olvidan su pasado en la ultraderecha. El ahora líder de la sanidad del país abandonó LAOS antes de las elecciones de 2012 para pasarse las filas del partido conservador Nueva Democracia (ND) de Antonis Samaras, ahora su primer ministro y jefe de filas. Tan sólo un día después de su elección como ministro ya había creado controversia: decidió reinstaurar un reglamento que permite a la policía detener forzosamente a cualquier ciudadano con el propósito de someterlos a la prueba del VIH u otras enfermedades infecciosas. Esa decisión dio la vuelta al mundo y enfureció a las ONG del país. Poco después inició un programa de visitas sorpresa a los hospitales helenos con el objetivo de evaluar cómo funcionan y cuáles son sus presupuestos para decidir cuáles deben ser cerrados. Esa decisión provocó las iras de los profesionales del sector, demostrada en los incidentes de este viernes: "Si tengo que cerrar hospitales, lo haré", explicó entonces. Dicho y hecho: este jueves el ministro anunciaba que hasta seis hospitales de Atenas van a ser transformados en centros de salud como parte de los planes gubernamentales para reestructurar el sector. Ese programa incluye traspasar a otro lugar a cualquier funcionario cuyo trabajo no sea necesario en los nuevos organigramas. Menos personas trabajarían, en un principio, en los centros de salud. Yeoryiadis espera buscar acomodo a todos ellos. Así lo expresó antes de la votación parlamentaria del jueves que aprobó el despido de 15.000 funcionarios en el próximo año y medio. Esas reformas se producen en un momento crítico para la el sistema de salud pública del país. Numerosos hospitales aseguran haberse quedado sin fondos. El mayor seguro público de salud, EOPYY, tampoco puede pagar sus servicios al tener una deuda superior a los 1.000 millones de euros. Hasta 610 camas han desaparecido en los hospitales helenos en los tres primeros meses de 2013, según datos del propio ministerio. Hospitales como el de Samos han llegado a denunciar la falta de botellas de oxígeno. Esos problemas se han notado especialmente en los recursos disponibles para prevenir enfermedades. El Estado ha debido destinar hasta 500.000 euros para vacunar a hijos de familias sin recursos. Los análisis gratuitos de VIH han desaparecido en la mayoría de ciudades por los recortes y muchos helenos incluso han sentido un aumento de las picaduras de mosquito este verano: el gobierno no ha podido fumigar las calles para evitar la proliferación de esos insectos. El Mundo

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